Desde hace un tiempo, os llevamos hablando del diagnóstico de recursos del frontón de Orio llevado a cabo por Patxa’ma, ¿pero de que hablamos exactamente? Esta primera etapa del proceso de deconstrucción se compone de una visita del edificio y del análisis de los materiales que lo componen. El levantamiento efectuado allí tiene como finalidad, la publicación de un informe identificando los materiales cuyo potencial de reutilización es suficientemente importante como para considerar una operación de deconstrucción. Este informe debe permitir al propietario del edificio darse cuenta de la cantidad y del valor de los materiales que tiene a su disposición, y de los que puede, en consecuencia, evitar la destrucción. El estudio agrupa fichas de los materiales, así como una tabla recapitulativa, acompañadas de fotos. Las fichas de los materiales ofrecen una visión de conjunto de los materiales que pertenecen a las mismas categorías (fichas de carpintería, sanitarios, electricidad, etc.), acompañadas de recomendaciones referentes a la reglamentación en vigor, observaciones a propósito de la deconstrucción e ideas de reutilización. La tabla recapitulativa recoge el conjunto de materiales potencialmente reutilizables, clasificados por lotes, y proporciona las características de manera precisa, tales como:
- nombre, marca, referencia eventual y breve descripción;
- dimensiones;
- observaciones sobre el estado general;
- cantidades disponibles;
- precio equivalente nuevo por unidad y total;
- peso unitario y total.
Si bien el valor económico de los materiales, equivalente a nuevo y colocación no incluida, proporcionado por el informe, es una indicación que permite conocer las ventajas financieras a tener en cuenta, el peso de los materiales tiene por objetivo estimar la cantidad de residuos que pueden evitarse.
